Las Salinas de Janubio, motivo de la alfombra de sal de la Orden del Cachorro en 2015
Un año más, la Orden del Cachorro Canario en Lanzarote participó en la confección de las alfombras de sal en Arrecife, con motivo de la celebración del Corpus Cristi.
Como viene siendo habitual en los últimos años, la Orden utilizó sal marina procedente de las Salinas de Janubio, las únicas que quedan en activo en la actualidad en Lanzarote, mientras que para la confección de las restantes alfombras las instituciones públicas han repartido sal marina traída de la región de Murcia.
En la edición de 2015, el motivo escogido para el diseño de la alfombra fue, además, las Salinas de Janubio. De esta manera, la Orden ha querido reconocer este valioso espacio natural y cultural y, sin duda, una de las estampas más representativas de la isla.
Ya en 2008, la Orden en Lanzarote se dirigió a las autoridades solicitando medidas concretas en apoyo a las salinas lanzaroteñas, argumentando que es urgente que se impliquen en la conservación y en el mantenimiento de estos valiosos espacios, para lo cual es necesario que contribuyan a viabilizar comercialmente la producción artesanal de sal marina.
A juicio de la Orden, las salinas son valiosos testimonios de la cultura tradicional. Las salinas son portadoras de hermosos paisajes construidos por la mano del hombre, y concurren en ellas valores asociados a la actividad de salazón de pescado. También incorporan valores naturales, medio ambientales, patrimoniales e históricos que deben ser protegidos con medidas de apoyo al sector por parte de las instituciones públicas.
La Orden alegaba, además, que no sólo se deben poner en marcha medidas legales de protección para evitar la desaparición de las pocas salinas que van quedando en la isla, sino, y lo que es más importante, deben arbitrarse líneas de ayuda que permitan el mantenimiento y la rehabilitación de estos espacios. Y ello debe hacerse desde una estrecha cooperación interinstitucional entre los Ayuntamientos, el Cabildo y el Gobierno de Canarias.
Esta petición la hacía la Orden fiel a su compromiso de «rescatar, vivir, transmitir y defender» el patrimonio cultural y las tradiciones lanzaroteñas.
Fotos: Julián Martín