El pasado día 30 de mayo, Día de Canarias, la Orden del Cachorro Canario giró visita a este hermoso rincón del municipio galdense donde recibió una distinción por la labor desarrollada en la defensa de nuestras tradiciones a lo largo de sus 25 años de vida por parte de la comisión organizadora de la Fiesta de La Lana.
En un ambiente donde se respiraba canariedad, nuestro Presidente, Esteban Guerra de la Torre, subió al escenario para que se la entregaran y aprovechó la ocasión para hablar de los nobles objetivos de la Asociación, el enorme trabajo que se ha hecho durante ese tiempo por parte de todas y cada una de las Juntas Directivas y los proyectos futuros. Dejó claro que el día de Canarias no se debe limitar al 30 de mayo. Según Esteban Guerra, el día de Canarias son los 365 días del año.
Ni que decir tiene que fue largamente aplaudido, en lo que resonaban, como suave música de fondo, los acordes de los timples y de las guitarras entonando isas, folias y malagueñas.
Una vez acabado el acto, después de saborear con gusto guarapo, ron con miel y vino canario, el grupo de cachorrúos, unas sesenta personas (en esta ocasión acompañados de varios amigos/as de la Asociación de Vecinos de Santo Domingo), se dirigió a la Villa de Moya donde se sirvió un sabroso almuerzo a base de potaje de berros y carne compuesta.
Fue un día donde el sentimiento identitario estuvo en todo momento presente en cada uno de nosotros. Este tipo de encuentros son la mejor forma y manera de hacer pueblo, cosa que se demostró perfectamente en los comentarios generalizados a favor de repetir estas excursiones, que sirven para conocer mejor nuestra tierra y sus gentes, objetivos que debemos tener muy bien agarrados a nuestra alma para así poder transmitirles a nuestros descendientes el amor por su esta tierra a la que le debemos devoción.
Conocer la historia de cada Municipio, sus rincones, sus costumbres y su idiosincrasia, nos enriquece y hace que se consolide aún más nuestra obligación con la Orden del Cachorro Canario de vivir y transmitir los valores de la patria chica.
Hermoso día, perfectamente organizado por la Junta Directiva, que, incluso, cuando se rompió la guagua saliendo para Moya, supo convertir ese inesperado «fallo» en un momento de espera agradable y divertida.