Con puntual salida desde la Fuente Luminosa a las 07,00 horas en dirección al puerto norteño de Agaete para coger el barco de la Compañía Fred Olsen Line de las 08,30 del sábado 27 con destino a Santa Cruz de Tenerife (con regreso al mismo sitio a las 22,30 horas del día siguiente, domingo 28) nos dirigimos un grupo de 33 personas, entre cachorrúos/as y amigos/as de la Orden del Cachorro Canario de Gran Canaria, con la intención de pasar allí ese fin de semana aprovechando las vacaciones propias del mes de agosto.
Esta visita a la isla hermana resultó ser una experiencia muy gratificante. Creo que es obligatorio hacer constar que para eso tuvo mucho que ver la magnífica organización del viaje por parte de nuestros compañeros Esteban Guerra y Ángel Santana, ambos perfectos conocedores de la isla de Nivaria y de este tipo de excursiones. La organización fué perfecta y se cumplió el programa previsto al píe de la letra en lo que se refiere a recorridos, horarios, estancia, transporte, excursiones, comidas, paseos, etc. No hubo ni un solo fallo. Este aspecto del viaje fue determinante para que el resultado haya sido el de una de las mejores excursiones que hemos hecho eb llos últimos años.
A título personal creo que debo decirles que en mis más de 21 años en la Orden del Cachorro Canario he tenido la afortunada oportunidad de hacer bastantes viajes y excursiones a todas las islas y creo que esta ha sido, sin lugar a dudas, una de las mejores.
Desde aquí (creo que hablo en nombre de todos) mi felicitación y mi agradecimiento más sincero por esa labor tan rigurosa y eficaz y, si a eso le añadimos que casi la mitad del grupo estaba integrado por parranderos y parranderas (seis guitarras y tres timples), que no decayeron en ningún momento, se pueden imaginar la alegría, el buen talante y la armonía que se depositó en el ambiente desde el primer momento.
Nada más tomar tierra en Santa Cruz de Tenerife nos estaba esperando una guagua de Transportes Marino, conducida por el conejero Casimiro que acabó siendo uno más, con la que fuimos directamente al Puerto de la Cruz para pasear un rato y tomar el aire. Una hora más tarde ya estábamos llegando a Icod de Los Vinos con la misma intención y poder presenciar una maravilla de nuestra naturaleza, que es el milenario y bellísimo drago que está perfectamente cuidado dentro de un entorno muy adecuado. Para verlo de cerca se hizo necesario hacernos un hueco entre los numerosos turistas locales y extranjeros que no cesaban de contemplar y fotografiar ese ejemplar único.
A los 45 minutos ya estábamos en Garachico paseando por el casco histórico, con parada obligatoria en el kiosko de la plaza, donde ya cayeron los primeros Vinos del Norte, y desde aqui nos dirigimos al municipio de El Tanque, donde nos esperaba en el restaurante El Camello un puchero canario abundante y riquisimo
Nos llamó la atención el buen estado de las carreteras, tanto autopistas como secundarias. Arregladas y limpias. Verde por todos los lados, laterales e incluso la mediana central. No cabe duda de que el norte de Tenerife tiene un encanto especial.
Después del divertido parrandeo de sobremesa nos fuimos hacia el hotel Nivaria, en La Laguna, antigua capital del archipiélago canario posteriormente arrebatada por la ciudad de Santa Cruz alegando que esta última era el lugar ideal para ello por tener puerto de mar (a partir de ese momento nació una sana rivalidad entre ellas, que todavía hoy nos la recordaba algunos amigos laguneros). En este hotel fue donde pernoctamos.
Aquí tengo que hacer un alto para dejar constancia de un hecho entrañable que a todos/as nos dejó con muy buen sabor de boca y que influyó mucho en el ambiente de amistad existente para que la jornada estuviese aún más aderezada de muy “buen rollo”.
El compañero cachorrúo Juan Gómez y su esposa Ana María, que viven en Guamasa, dejaron atrás su prevista visita a la playa de Los Cristianos para estar con nosotros todo el día, almuerzo y cena. Es una pareja muy querida por todos y su alegría nos contagió desde el primer momento. Por cierto, estando en Garachico apareció Lorenzo Dorta, cachorrúo también y muy amigo de Juan, antiguo alcalde de este municipio, hombre muy querido en la isla por su brillante pasado como político y por su impecable trayectoria intelectual, con el cual estuvimos hablando un buen rato. Estuvo muy amable, como siempre es él, y nos envió un cariñoso saludo para todos los cachorrúos/as de Gran Canaria.
Una vez descansados y limpitos nos fuimos desde el hotel Nivaria de paseo por esas calles laguneras llenas de recuerdos, por esas calles laguneras donde se respira una enorme canariedad, por esas calles laguneras donde su cuidada arquitectura nos hace retroceder siglos, por esas calles laguneras donde los beroles crecen en los tejados hasta formar masas verdes que le dan un carácter especial.
Una vez acabado este reconfortante paseo fuimos a cenar a El Patio Canario, donde estuvimos “tapeando” hasta bien entrada la noche y donde las cuerdas de los timples y de las guitarras no dejaron de sonar en ningún momento. Cuando los vapores del vino alcanzaron el límite preciso, a petición de los más prudentes nos volvimos al hotel para disfrutar del merecido descanso nocturno.
Muy tempranito nos pusimos de nuevo en marcha repitiendo el deambular por las aceras para seguir disfrutando de la belleza de La Laguna. antes de salir a las 12,30 hacia el formidable y bellísimo Monte de Las Mercedes, donde hicimos una breve parada en una bodega para «jincarnos» el primer vasito de vino, y llegar, posteriormente, al restaurante La Cruz del Carmen, donde nos esperaban unos riquisimos platos de bacalao al horno y de solomillo de cerdo con salsa. Buenos aperitivos, buena comida, buen vino y buen remate hasta las seis de la tarde del sonido de los timples y de las quitarras acompañados de estupendas voces, que nos divirtieron hasta que decidimos irnos para Santa Cruz a coger el barco de las 20,00 horas y regresar al puerto de Agaete, donde nos esperaba otra guagua que nos dejó en la fuente luminosa.
Yo creo que desde la Junta Directiva Nacional de la Orden del Cachorro Canario, y siempre bajo su responsabilidad, se podría intentar hacer las gestiones para conseguir una subvención (que yo calculo que sería del orden de los 120.000.- euros) para ayudar a que unos 50 cachorrúos/as de cada Demarcación pueda hacer cada año un viaje de este tipo a cada una de las islas donde esté ya esté creada otra Demarcación. Son cuatro islas en total, así que cada una haría tres viajes anuales. Son visitas que lo que hacen es unir. Se organiza bien y pueden ser actos de auténtico hermanamiento. Si se explica bien a los responsables políticos estos se darían cuenta de la importancia que esto puede tener para un sector de la sociedad canaria. Este intercambio podría resultar muy interesante y el nombre de la Orden del Cachorro Canario se escucharía cada vez más. Suena un poco romántico y, quizás para algunos que no crean en el nivel autonómico de la Orden del Cachorro Canario hasta imposible, pero se puede intentar ¿qué perdemos con ello? Yo lo dejo caer y los responsables nacionales de nuestra Asociación que decidan qué es lo que se hace ¿quién nos iba a decir a nosotros que seríamos capaces de organizar dos Congresos, los PIC 2.000 y 2.010, con el enorme éxito y repercusión que tuvieron? ¿quién nos iba a decir a nosotros que íbamos a ser propietarios de una hermosísima casa canaria urbana de valor histórico en la Plaza de Santo Domingo, en el barrio de Vegueta?
En fin, yo creo y opino que nuestra Asociación vive y vivirá de las ideas que deben aportar contantemente sus Miembros Numerarios para no caer en la desidia y en el aburrimiento y ahí queda esa.
Muchísimas gracias de corazón a todos/as mis compañeros/as.
Néstor Doreste Padilla.