Un concierto de Blas Sánchez rubricó el enyesque navideño que, como cada año, celebró la Orden del Cachorro en Lanzarote en su sede social en Arrecife. El evento tuvo lugar el pasado día 2 de diciembre.
Blas Sánchez es un referente fundamental en el ámbito cultural y musical canario. Su personalidad le ha permitido desarrollarse en múltiples campos, desde que, siendo muy niño, comenzó a introducirse en la música popular que se hacía en la Villa de Ingenio, donde nació. Comenzó posteriormente un itinerario ortodoxo estudiando solfeo y violín. Termina su carrera en el entonces Conservatorio Profesional de Tenerife, con las máximas calificaciones, y, en 1956, se traslada a Madrid, becado por el Cabildo Insular, para seguir cursos de perfeccionamiento. Pero es en París donde despliega una intensa carrera como profesor de guitarra y música de cámara.
Se encargó de iniciar, cambiar y renovar la enseñanza musical durante treinta y ocho años. La construcción de un nuevo instrumento, que llamó Guitarrarpa, que consta de trece cuerdas y una afinación propia, le permita ir a la búsqueda de otras sonoridades y otras tímbricas. Su estancia parisina cristalizó en casi 2.000 obras. Desde su regreso a las Islas, se dedica a la conservación y mejora de su patrimonio en la sede de la Fundación que lleva su nombre, que se ha convertido en un centro de encuentros culturales.
La Orden en Lanzarote se mantiene fiel a su ideario de rescatar, vivir, transmitir y defender la identidad canaria y las costumbres y tradiciones lanzaroteñas, así como por la conservación y difusión de los valores vinculados a la cultura canaria.
Fotos: Julián Martín