Días pasados no dejó manolo Vieira después de una dilatada vida artística llena de éxitos y en la que llevó nuestro más típico humor e idiosincrasia por todos los rincones de canarias y parte de la península.
Su gran mérito fue el de saber observar, rescatar y transmitir nuestros diálogos y situaciones más populares en sus relatos. Situaciones cotidianas de la vida en nuestras islas, arraigadas en el pueblo sencillo y en donde la vida de barrio, la familia y la vecindad era lo más destacado.
Su léxico era entendible claramente por los canarios y cuando estuvo en tierras peninsulares lo tenía que traducir frecuentemente para que fuera entendido, a pesar de todo hizo patria canaria y nuestro carácter fue más entendido. Estoy seguro que conocía perfectamente la obra de nuestro máximo autor costumbrista canario, Pancho Guerra (Francisco Guerra Navarro).En el año 1992 la Orden del Cachorro Canario le entregó su máxima distinción, el Cachorro de Honor, por lo que Manolo formaba de manera destacada parte de nuestra gran familia Cachorrua.
Vaya con estas letras nuestro cariñoso recuerdo a su persona y nuestro más sentido pésame a su familia. Todos hemos perdido algo importante.