El acto comenzó con una breve explicación audiovisual sobre el sentido y el significado del tradicional Día de los Finaos por parte de Carmen Morales, a la que siguió la actuación del Rancho de Ánimas de Tiscamanita (Fuerteventura). El repertorio del Rancho de Tiscamanita comenzó con la ‘desecha», siguiendo con ‘coplas’ y concluyendo con el ‘corrido’. Actualmente forman parte del Rancho unas 25 personas, de todas las edades. A Lanzarote se desplazaran 18 componentes del grupo. La música de los Ranchos es monótona, repetitiva e ingenua, con sones de sabor a castellano antiguo. Tiene influencia árabe.
Con esta iniciativa, la Orden en Lanzarote se ha propuesto contribuir a recuperar una vieja tradición que, lamentablemente, se ha ido perdiendo con el paso del tiempo. De ahí la oportunidad de recuperar esta costumbre. Actualmente la palabra Finado, o Finao, resulta prácticamente desconocida o en desuso en casi en todas Canarias
El culto a las ánimas, es decir, a las almas, estaba muy arraigado en la cristiandad en el siglo XV. Los Ranchos nacen en el seno de las Cofradías de las Ánimas, asociaciones de fieles que se crearon para orar y celebrar misas por las ánimas, con la convicción de que así se les ayudaba a salir del Purgatorio. Los Ranchos recorrían las casas de los pueblos, cantando sus canciones lastimeras y orando por los difuntos.
Con el paso del tiempo, los Ranchos cantaban por Navidad. Por eso, algunos Ranchos se transformaron en Ranchos de Pascua, como es el caso de todos los de Lanzarote. Otros ranchos se fueron concentrando en torno a las fiestas principales del pueblo en el período invernal, como ocurre con el de Tiscamanita. En Canarias hay actualmente una docena de Ranchos de Pascua (que en principio se llamaban Ranchos de Ánimas), de los que 7 son de Lanzarote, y todos ellos obtuvieron la Medalla de Oro de Canarias en 2006.